Nos encontramos en una región que en su día, durante la época de Al-Andalus, estuvo a la vanguardia científica del mundo. Entre todas las disciplinas impulsadas, la salud fue, por supuesto, una de ellas.

El ejercicio de la misma estaba estratificado en una serie de rangos, según la experiencia: desde el aprendiz hasta el maestro o sabio.

Así podíamos encontrar tres sistemas de enseñanza: enseñanza personal privada, la escuela pública y la escuela privada.

La enseñanza personal privada consistía en una relación diaria de profesor y alumno, en la que éstos incluso podían llegar a compartir vivienda. Los conocimientos que el futuro médico recibía de su maestro eran teóricos y prácticos. Cuando el maestro consideraba que el alumno podía trabajar de manera independiente se le otorgaba una licencia, llamada iyaza ,que lo cualificaban para ejercer y enseñar la medicina.

Iyaza representa el hecho de que somos profesionales sanitarios colegiados y, además, nuestra iyaza simboliza también el tránsito que toda persona recorre a lo largo de su vida.

Así pues, empezamos siendo unos aprendices potenciales y con el paso de los años y vivencias, vamos volviéndonos maestros.

Nuestro objetivo, es ayudarte en este tránsito. Acompañarte mediante nuestro trabajo clínico para que recuperes tu salud y darte las pautas necesarias para que lo mantengas. 

La homeostasis es el mantenimiento del equilibrio de las funciones corporales. Es un equilibrio sutil que depende de muchos factores: físico, psicológico/emocional, químico/metabólico. La pérdida de homeostasis resulta por tanto en un desequilibrio que puede llevar a la pérdida de salud.

Si nos centramos en el dolor músculo-esquelético se refiere, los últimos estudios van dirigidos al movimiento.

Es decir, si no nos movemos de manera distinta a como lo hacemos normalmente en nuestro día a día, nuestro cuerpo no va a cambiar.

Al repetir siempre los mismos movimientos, establecemos unos patrones que sobrecargan siempre las mismas estructuras.
Por ello, es fundamental que introduzcamos en nuestra rutina nuevos patrones de movimiento.

La terapia manual es muy eficaz pero para conseguir un resultado duradero debemos movernos.

Para eso ofrecemos alternativas, como el yoga o el pilates dirigidos por fisioterapeutas. Es importante la supervisión por un profesional de la salud, sobre todo en los primeros momentos de recuperación de la función e incluso en la reatletización del paciente